Desafío de los 30 días 3°ed - "bailar con dragones" (D1)

diciembre 01, 2015

Momentazos que te enseñan a bailar con los dragones

Tras tres meses de 'inactividad brutal', nadando en un mar de exámenes y luchando contra la, esperemos, temporal desaparición de las jornadas de rol locales, su servidor vuelve a las andadas en la 3ra edición del desafío rolero de los 30 días.
Se trata nada más y nada menos de un espacio comunitario, rolero y creativo en tono de desafío, impulsado por Alex Santonja y la gente de Trasgotauro Edicionescentrado, en esta ocasión, en una temática específica: la fantasía medieval. 
En principio, si bien el desafío se llevó a cabo a lo largo del mes de noviembre, habremos de compartir mis experiencias en ese ámbito fuera de tiempo, y dado mi carácter revulsivo, complicado y aleatorio, más que respuestas a preguntas serán pequeñas historias, cuentos y anécdotas asentados en la temática propuesta día a día (o eso intentaré). Por otro lado, como lo sucedido en ediciones anteriores, aprovecho el espacio para insistir en el peso de este desafío como herramienta creativa, perfecta como patada inicial de memorables campañas, independientemente del sistema, de los dados, de la nacionalidad de quien la escriba.


Pregunta 1: (...) teniendo en cuenta únicamente tu experiencia en partidas medievales fantásticas… ¿qué partida, situación, momentazo, te hizo quedarte en plan “¡ostias!”, te descubrió el mundo, dijiste “¡Oh!”, flipaste con el giro argumental?

Es muy difícil pensarse flipando por algo referente al argumento cuando prácticamente no tengo experiencia como jugador en este ámbito. Quienes me conozcan sabrán que me niego rotundamente a ser considerado un jugador de rol, ya que el 90% de mi experiencia rolera ha sido del otro lado de la pantalla, escribiendo, planeando, dirigiendo... por lo que eso de los giros argumentales estaría más bien en mis manos. Aún así, la exorbitante cantidad de tiempo que hemos pasado jugando fantasía medieval en el pasado ha dejado, inevitablemente, agradables sorpresas a partir de acciones de los jugadores que bien podríamos llamar momentazos.
Supongo que la cantidad de situaciones que me vienen a la cabeza dependen en principio de la premisa en la que se apoyan todas nuestras partidas: todo juego, todo sistema, todo setting que hemos llevado a la mesa, por cuadrado, matemático y rígido, es narrativo de base, y sobre ello intentamos crear los personajes, los villanos, los encuentros, etc. Aún jugando D&D4e, nuestro sistema estándar por excelencia, por táctico y estratégico que sea, vivimos una infinidad de giros argumentales y partidas en las que, para sorpresa de todos, casi no se tocaron los dados... casi no se desenfundaron las espadas, ni se casteo un misil mágico, ni se mencionó la presencia de una criatura que requiriera un folio A4 de estadísticas para poder interactuar.  

Quizá sea reiterativo con la situación que voy a mencionar, dado que llevamos ya años sin jugar este tipo de ambientación, por lo que intentaré ser lo más creativo posible para que no se note mi actual falta de anécdotas medievales...

Así que... "Acercaos a la fogata jóvenes adeptos de Bahamut, tengo una historia que resonará en todo su ser, tanto como el entrenamiento físico que les da la fuerza, y las plegarias que acompañan y refuerzan su voluntad. Es una historia sobre el honor, sobre la valentía; una leyenda para algunos, aunque yo he decidido creer en ella: una historia sobre nunca rendirse, aún ante las peores adversidades, sobre no dejarse amedrentar por la tiranía de Tiamat.
Cuentan las leyendas que, en los tiempos en que las llanuras estaban asediadas por el ejército rojo, una comitiva procedente de Penacles cabalgaba hacia el este, con la vista puesta en las maquinaciones políticas del creciente imperio, cuando sus figuras fueron cubiertas por la sombra. Sobre sus cabezas, entre la viscosidad reptiliana propia de los de su especie, y el brillo de sus rojas escamas reflejando el infernal sol de aquella zona, el dragón, creído muerto hasta aquella fecha, sobrevolaba amenazante. 
Dispuesto a calcinar a los intrusos sin mediar palabra, tocó suelo delante de ellos, desplegando su imponente ser de modo tal que cubría con sus sombra tanto a los ínfimos humanos como a las ruinas de viejas edificaciones cercanas. Sus ojos cobrizos, profundos, inyectados de violencia, se fijaron sobre la figura del blanco caballero, heraldo de la justicia y los vientos del norte, y de allí no se movieron. 
Cubierto por el resplandor propio de su voluntad materializada, el templario del dragón plateado clavó su pesado escudo de torre en la árida tierra rojiza a sus pies, y devolviendo la mirada a la inmensa criatura que ante él se erguía..." 

tiró intimidación.

¡Vaya giro en los acontecimientos, vaya cambio de rumbo! Estallamos en carcajadas. Flipé como quien dice; ahí mismo entendí que esos jugadores a quienes consideraba en gran medida como un equipo mata mata eran capaces de cambiar la historia que les estaba planteando. El milagro no se dio, aunque admito que al día de hoy me arrepiento de haberle hecho realizar la tirada. La situación fue tan inesperada y creativa que merecía algo más que un brutal fallo y su posterior masacre. 
Salieron vivos, si, principalmente porque ya durante la batalla me arrepentía de cómo había manejado la situación. 

En fin, pequeña anécdota de un verdadero momentazo por la novedad, por la locura... porque el jugador iba enserio, porque la mirada de los demás jugadores aún no se me borra de la cabeza. Momentazo.






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